jueves, 13 de julio de 2017

Incompleto.

Muchas cosas cambian cuando pierdes al amor de tu vida, te cambia el ánimo, el apetito y hasta la manera de caminar.

Los días se dividen en dos categorías, esos donde el ruido de tu cabeza es más fuerte que el silencio, luego están esos días donde lo menos que deseas es ese silencio, pues temes escuchar cómo te quiebras por dentro.

 El sol que antes recibías en la ventana ahora te molesta,  la lluvia que disfrutabas mientras daban un paseo te deprime más, la flor colorida que le enseñaste un día, hoy te estorba...Piensas en que dichosa es la gente que puede verle, que puede intercambiarle unas palabras, piensas mucho en la suerte tendrán las personas que llegarán a conocerle, sobre todo la persona que logre despertarle amor de nuevo...  Te cuestionas tantas cosas que no puedes responder, que no puedes o podrás entender... Pero también aprenderás.

Se aprende que llorar es necesario, no importa cuánto y mucho menos donde, como cuándo tienes náuseas, hasta que no lo saques todo no te sentirás mejor. También, sé que no se llena ese vacío en el corazón con alcohol o con cualquier otra cosa, eso está muy lejos siquiera de liberar la presión que sientes dentro, sólo es fuego cuando eres Gasolina.


Aprendes que cuando amas a alguien, la ves en todas partes, en películas, en chistes,en colores, la sientes en canciones, lugares y está presente hasta en olores, no puedes olvidarle y extrañas contarle de tu día y escuchar cómo le fue, describirle un paisaje, sentir que aún sigue allí, por ti, quieres volver a tener una oportunidad de discutirle algo, aunque sea por última vez, incluso si por dentro sientes  impotencia, no porque le odies, sino porque no puedes hacer nada para solucionarlo...Allí entiendes lo que John Green expresó alguna vez: "Puedes amar mucho a alguien, pero nunca podrás amarla más de lo que puedes extrañarla".

Sin embargo, lo más importante que he podido aprender es que está bien rendirse ante ciertos eventos que se nos presentan en la vida, no porque seamos débiles, al contrario, eso nos hace más valientes al aceptar que no podrá ser como alguna vez quisimos. Está bien darlo todo por perdido, es tan válido como ser un eterno optimista, y puede que incluso duela mucho menos. Está bien sentir que mueres, está bien quedarte en el piso y no levantarte, está bien estar mal.

Porque luego de eso, llegará un alivio, por supuesto que si, algún día llegará y conocerás tan bien el dolor que no te permitirás gastar más tiempo para sentirlo de nuevo, claro está, nunca volverás a ser el mismo, pero así es la vida, a veces se gana, otras se pierde.


The woman i know

 Revolution started when she was born. Turning pain into power. Turning power into love. Love for those who suffer. Love for those who canno...