Agonía.

Y aquí me encuentro, manchando las almohadas con rimel, delineador y un poco de dolor.
Contando las horas para que el día termine y pueda descansar durmiendo,
buscando consuelo en historias similares a la mia, muriendo cada vez un poquito más.
Cariño, te has llevado todo.
Me has dejado sin nada.
La paranoia me ataca, ¿Estarás siendo feliz con ella o te pasa igual que a mí?
Que por cada lágrima que sale de mis ojos es un pedacito de alma que muere.

Sé que fue mi culpa, tu ausencia me lo recuerda.
pero basta, que me he cansado de llorar
que me he cansado de desvelarme,
que me he cansado de la vida.